Avui 22 de març se celebra el Dia Nacional contra les Agressions en l’Àmbit Sanitari per denunciar els incidents de violència a metges, infermers i professionals que treballen en l’entorn dels serveis de salut. D’aquesta manera es vol sensibilitzar a la societat i a les administracions públiques d’un problema que existeix i que afecta a la relació de confiança entre metges i pacients.
El COMB va ser pioner l’any 2010 en l’abordatge d’aquesta problemática creant la Unitat Integral de Violència contra el metge per atendre els professionals que pateixen alguna agressió durant el seu exercici i donar-los assesorament jurídic, de seguretat i psicològic. Va crear també l’Observatori de Seguretat dels metges que fa tasques d’interlocució i de col·laboració amb els centres sanitaris.
El president del COMB, Dr. Miquel Vilardell, i el Director de l’Àrea de Praxi, Dr. Josep Arimany, ens expliquen en aquest vídeo les diferents accions del col·legi en matèria d’agressions i els convenis signats ambla Fiscalia i el Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya per fer front a aquesta problemàtica i protegir els nostres professionals.
Apreciado profesor Vilardell,
Habla Ud. de las agresiones al profesional pero solo considera las que tienen como protagonistas a los pacientes. Su lema “tolerancia cero contra las agresiones en el ámbito sanitario” debería incluir todo el conjunto de agresores y, de manera especial, los que, por habituales, más dañan al profesional y a la profesión. Me refiero a las agresiones en el ámbito sanitario por parte de las instituciones sanitarias, tanto públicas como privadas. En lo laboral, las condiciones de trabajo se han degradado hasta extremos impensables hace unos años: contratos basura, disponibilidad absoluta, incumplimiento de los términos del contrato laboral, horarios que no respetan el “Reglament Marc”… y un largo etcétera. Me dirá que éste es terreno de los sindicatos, y, sin duda, tendrá razón. Pero al Colegio corresponde denunciar la agresión cotidiana a una profesión que ha perdido la libertad de ejercicio que exige el “Codi de Deontología”, cuando se somete al facultativo a protocolos, objetivos economicistas y carrera profesional concedida discrecionalmente y basada en la “fidelidad inquebrantable” a los objetivos de la empresa.
Ciertamente, ha tenido Ud. la valentía –en el ejercicio de su cargo– de abordar algunos de estos aspectos y concitó, en su momento, una notable adhesión a sus manifestaciones y a su persona.
Haga suyo el lema “tolerancia cero” y hágalo extensivo a estas agresiones que no se aseguran ni se indemnizan. Probablemente no contará con el apoyo entusiasta de los consellers Puig o Ruiz, ni tampoco con el del Sr. Mas, pero cumplirá con lo que espera de Ud. una “masa crítica” que, con la esperanza de regenerar la profesión, le votó y tiene puestas en Ud. las pocas esperanzas que le quedan.