El President del COMB, Dr. Miquel Vilardell, reflexiona en el seu videoblog sobre la situació actual del sistema sanitari i dels seus professionals. Destaca la qualitat del sistema sanitari públic, un sistema universal i de gran equitat en el qual els professionals han treballat amb dedicació i qualitat.
En els últims any els metges i metgesses estem veient disminuir de forma important les nostres retribucions per les mesures d’estalvi per fer front a la crisi, i hem acceptat col·laborar i negociar, quan es compte amb nosaltres, a implementar una sèrie de mesures de canvis per ajudar a racionalitzar la despesa.
Per al Dr. Vilardell, “el ciutadà és l’agent més important del nostre sistema i per tant “el debat social i el debat i l’acord polític és importantíssim si volem mantenir la qualitat actual del sistema sanitari”. “La població ha de manifestar amb claredat quins recursos vol destinar a aquest sistema sanitari, sigui en el pressupost públic o en esforços individuals”.
En qualsevol cas, caldrà buscar nous recursos econòmics per mantenir l’actual sistema sanitari i millorar-ne l’eficàcia, sense oblidar els esforços per anar millorant la seva eficiència. Per a Vilardell, “s’han d’avaluar els models de gestió per decidir impulsar aquells que són més eficients”.
Per al Dr. Vilardell, “les mesures i les decisions que es prenen afecten no només a l’àmbit assistencial, també a l’àmbit docent i de la recerca. “Per tant, cal fer plantejaments consensuats, valorats i si ho fem podrem sortir de la crisi, tenint en compte que els metges han de participar en la gestió, sobretot en la gestió clínica”.
Ens agrada molt que participeu i ens expresseu les vostres opinions al blog. Potser us pot interessar l’entrevista al Dr. Miquel Vilardell que es va emetre ahir al programa “L’Entrevista” del canal 3/24.
http://www.tv3.cat/3alacarta/#/videos/3706191
Dr. Vilardell como asesor sanitario del Govern me gustaria que pudiera trasmitir al Sr. Mas y Boir Ruiz algo que a muchos profesionales nos provoca una sensacion de impotencia, injusticia y tomadura de pelo.
Como es posible que se plantee un ERE en San Pau de 1520 personas para ahorrar dicen 10 millones de euros en los proximos 15 meses, el cierre de plantas, camas, quirófanos, urgencias…en tantos centros y hospitales.con la consiguiente pérdida de calidad y atención al paciente con el supuesto fin del necesario ahorro y finalmente el anuncio de una nueva y ostensible bajada salarial a nuestras poco abultadas nóminas en los próximos 3 meses para paliar el deficit hasta final de año y se dedique una partida estimada de 14,2 millones de euros para pagar las interrupciones VOLUNTARIAS de embarazo. Si bien dar cobertura jurídica a las mujeres al supuesto del aborto libre era necesario, pero su ¿gratuidad? , en plena crisis ¿gratuito?. Es dificil entender que se intente ahorrar en prestaciones básicas y no se cuestionen esas partidas. Dejemos que el sistema público siga asumiento las IVES de malformaciones, riesgo grave fetal , materno .y que cada pareja asuma economicamente la decisión libre y voluntaria de su interrupción si así lo desean pero no a costa de recortes injustos, abusivos y poco equitativos. Espero que trasmita esta propuesta como medida de ahorro sustanciosa a nuestroa ilustres políticos con el fin de ayudar en esta profunda crisis.
El fet de que el President del Col.legi tingui que fer pedagogia sobre que es un sistema democràtic recordant-nos que els polítics tenen que estar al servei del ciutadà i no al contrari es prova fehacent del tamany del fracás del sistema polític del que som testimonis. Un servei bàsic com es el sanitari i fins fà poc modèlic se está posant en risc per mitjà de decisions que prioritzan una agenda particular per a sobre del interés públic.
Es ben cert que durant molts anys la sanitat catalana s’ha utilitzat com instrument partidista creant una bombolla sanitaria que ha inflat la despesa fins a límits insoportables. La cultura de gestió del hospitals catalans s’ha vist massa sovint enlluernada per activitats i actituds de cara a la galeria que ara mateix es proven inapropiades. Durant anys el perfil mes mediátic dels professionals s’ha fet prevaler per sobre de la feina callada i seriosa. I la mateixa cultura empresarial ha fet que la promoció dintra el sistema es basés amb aquestes premises. I els polítics, aquells que suposadamente tenen que vetllar pels interesos dels ciutadans que representant, han vist en tot això una oportunitat per campar.
Ara, de cop i volta, resulta que s´han adonat de que no hi han pas diners per mantindra unes prestacions que ell mateixos es van inventar, amb una estructura sanitaria desproporcinada amb moltes duplicitats, amb unes línias de gestió onerosament injustificades i amb un nivell d’eficiència sota mínims. La conclusió no pot ser més severa per aquests polítics de qualsevol color perque tan se val, i no pot ser altre que dir que el seu comportament ha estat irresponsable i egoista i a consequència d’això, pacients i professionals patirán extraordinariament els efectes de decisions clàramente negligents. La Història els recordará com els desmanteladors d’un sistema de protecció social al marge de desigualts econòmiques, un terrible pas enrradera, i tot per el seu mal cap i manca de visió. Hi aprendrán en el futur?
Totalmente de acuerdo en dar importancia a la opinión del ciudadano: también él debe ser escuchado en la actual situación de limitación de los recursos sanitarios. Me permito añadir que sería condición previa, igualmente importante y necesaria, que el ciudadano tuviera la información adecuada sobre la realidad de la asistencia sanitaria. Sin esta información su opinión perdería fuerza.
Parece que ya no es posible continuar con la políticamente correcta información sobre la utilización de los servicios médicos: “cuando quiera, donde quiera y por la razón que quiera, siempre será atendido”.
Si a esto se añade el creciente número de ‘sanos preocupados’ fruto de la medicalización social existente, es fácil comprender porqué el uso de los servicios médicos se convierte en abuso. El ciudadano cuya opinión recabamos, debe conocer esta realidad para que pueda emitir una opinión fundamentada.
Aunque no sea políticamente correcto, sí parece necesario informar de ello al ciudadano. Y al igual que se llevan a cabo campañas antitabaco, de prevención de accidentes de tráfico, de protección contra el sol, etc. sería en este sentido útil elaborar campañas en los medios de comunicación que sean continuas, bien diseñadas, reiteradas y constantes, dirigidas al ciudadano del país y también al inmigrante, a fin de educar en el buen uso y evitar el abuso de los servicios sanitarios.
Efectivamente, Sr Vilardell, “si quieres que la gallina ponga huevos, ¡cuida a la gallina!”, o, dicho de otra manera: si quieres que la gallina siga poniendo… ¡deja de tocarle los huevos!.
Habla Ud. de eficiencia, eficacia… pero para gestionar ¿qué?. El sistema sanitario se ha convertido en la primera factoría de “enfermos”, en la que una desmedida autodemanda –derivada, ya antes de la crisis económica, del encarnizamiento diagnóstico y los intereses políticos– ha dado muestras más que suficientes de “contraproductividad”. Es decir, de una yatrogenia clínica, social y, sobre todo, cultural cuya voracidad, como si de taquifilaxia se tratara, ha rebosado los límites presupuestarios y la autonomía del paciente y del profesional.
Ciertamente, el inaplazable debate profesional debería ocuparse del cómo. Sin embargo, no hace referencia al “qué” ni al “por qué”; ambos quedan al albur de una demanda, en gran medida, creada y sacralizada por unos intereses orientados más a la enfermedad que a la salud.
Las demandas de salud de los ciudadanos a los que se hace referencia no se van a resolver con fármacos costosos, infraestructuras megalómanas y exploraciones complementarias extremadamente sofisticadas. Las medidas de salud más efectivas y eficientes demostradas se basan en una educación sanitaria que propicie la autonomía y los hábitos saludables de los ciudadanos.
Esto, sr. Vilardell, no se contempla en ninguna de las instancias en cuestión –instituciones profesionales, facultades, consejerías, asociaciones de usuarios de la sanidad, medios de comunicación…– y, desde luego, no se consigue reduciendo el personal y, consecuentemente, el tiempo efectivo para la relación médico-paciente, pilar sobre el que se sustenta nuestra maltratada profesión.
Pongamos, pues, todas las cartas sobre la mesa y no hagamos de la “crisis” una excusa para una negociación a costa –como siempre– de los parias del sistema: los usuarios y los profesionales.
La intervención del Prof Miquel Vilardell está cargada de sensatez, es un discurso de alto nivel que plantea algo tan meridiano y tan claro como es el pacto a través de un debate y de un consenso. Los médicos de Barcelona podemos sentirnos orgullosos de la lección de calidad científica y social del Prof Vilardel.
La actuación de la Conselleria y de los gestores Sanitarios está siendo lamentable. Y pretenden engañar a los ciudadanos que son los verdaderos árbitros del problema.
El forum puede ser un órgano capaz de articular una respuesta adecuado de los médicos. Participemos y hagamos oir nuestras voces.